Notas
 
Instituto Mexicano del Transporte
Publicación mensual de divulgación externa

NOTAS núm. 112, junio 2008, artículo 1
Cadena logística de exportación de piña fresca en México
Martha Elizabeth De la Torre Romero, Agustín Bustos Rosales, María del Carmen Guadalupe Morales Pérez

Referencia

Introducción

El Estudio de Cadenas Logísticas de Exportación en México, realizado por el Instituto Mexicano del Transporte para el Banco Mundial, tuvo dos objetivos principales. El primero fue elaborar un diagnóstico sobre las características, operación, costos y tiempos logísticos de tres cadenas productivas mexicanas de exportación, poniendo énfasis en el análisis “aguas abajo” de la sección doméstica de las mismas; es decir, en el segmento que va desde la parcela o puerta de la fábrica hasta la frontera, puerto o aeropuerto de salida al exterior.

El segundo objetivo consistió en realizar una primera exploración de búsqueda de indicadores para evaluar el desempeño de las cadenas logísticas en México, con la finalidad de crear instrumentos de medición regulares y confiables que permitan un seguimiento oportuno de los costos y tiempos de transportación y las actividades logísticas asociadas a la movilidad de las mercancías.

El resultado de este estudio puede verse en la Publicación Técnica 276 “Cadenas Logísticas de Exportación en México: Piña fresca, Generadores eléctricos, Refrigeradores”.Las tres cadenas logísticas corresponden a distintos sectores y fases del proceso productivo, pero tienen como característica común el elevado crecimiento de sus exportaciones en años recientes. Se inicia con un producto agrícola de gran potencial para posicionarse en el mercado internacional, como es el caso de la piña fresca. Le sigue un bien intermedio con elevado dinamismo en el comercio exterior, tal es el caso de los motores y generadores eléctricos. Por último, se analiza un bien manufacturado de uso duradero, correspondiente al sector de los electrodomésticos de línea blanca, como es el caso del refrigerador.

En esta nota se presentan los aspectos más relevantes de la cadena logística de exportación de piña fresca en México.

Tendencias del mercado internacional

Entre 1990 y 2003, la producción mundial de piña tuvo una tasa de crecimiento medio anual (TCMA), relativamente baja, al alcanzar sólo 1.8 %. No obstante, en el mismo periodo las exportaciones mundiales de piña fresca crecieron a una TCMA de 7.8 % en volumen y a una TCMA de 11 % en el valor de este producto.

Esta explosión del comercio exterior de la piña fresca se debe en buena medida a la incorporación de nuevas variedades con aceptación en los mercados de mayor poder adquisitivo, como el estadounidense y el europeo. Tal es el caso de la piña Champaka y, principalmente, de la piña MD2.

Aunque a nivel mundial predomina la producción de la piña Cayena Lisa, desde mediados de la década de los noventa se inició la comercialización internacional de la variedad llamada MD2, caracterizada por ser un fruto más dulce (entre 13 y 18 grados Brix), de menor acidez, sin hojas espinosas, visualmente más atractivo (tonos de amarillo fuerte) y con más rendimiento de empaque, por la uniformidad de su tamaño.

México se encuentra entre los primeros 10 productores de piña del mundo, con cultivos de alto rendimiento por hectárea, pero tiene una escasa participación en las exportaciones de este fruto tropical (1.7 % del total mundial). No obstante, en el periodo 1990-2003, la TCMA de las exportaciones de piña fresca mexicana muestra un dinamismo impresionante de 17.3 % anual, muy superior a la tasa de crecimiento de la producción nacional en el mismo periodo.

Costa Rica, cuyos volúmenes de producción son similares a México, es el principal exportador mundial de piña fresca, con el 36% del mercado (más de 500 mil toneladas anuales).

En México, el estado de Veracruz es el principal productor de piña, con el 76.5% del país, seguido por el estado de Oaxaca, con el 15.6 %. Para ser más precisos aun, sólo en la llamada región de la Cuenca del Río Papaloapan, que aglutina a municipios colindantes de Veracruz y Oaxaca, se localiza el 89.7 % de la producción de piña en México.

El principal mercado para la piña fresca mexicana es Estados Unidos (más del 95 % de las exportaciones). Sin embargo, la participación de México en el mercado estadounidense es mínima, sólo alcanza el 3 %.

Logística de exportación de la piña fresca de México

La exportación de piña en México se realiza por productores/exportadores que han formado comercializadoras para vender, empacar y enviar piña fresca al mercado internacional y doméstico. Dentro del universo de exportadores regulares (15 en total), no se detectaron organizaciones de tamaño pequeño (plantaciones más comercializadoras) de acuerdo con la clasificación oficial de la Secretaria de Economía de México[1].

De seis productores/exportadores encuestados en la región piñera de la Cuenca del Papaloapan (Veracruz y Oaxaca), cuatro corresponden a organizaciones medianas, de alrededor de 60 empleados cada una. Las otras dos entran en el rango de empresas grandes, con alrededor de 300 empleados cada una.

Las cuatro organizaciones de tamaño mediano exportan la piña Cayena Lisa. Esta es la variedad más común en México y en el mundo, pero está perdiendo terreno y valor comercial frente a nuevas variedades. Las organizaciones grandes exportan básicamente piña Champaka y piña MD2, cuya aceptación es creciente en el mercado internacional.

Casi la totalidad de las exportaciones realizadas por los entrevistados tienen como destino los Estados Unidos. Los embarques arriban a Texas, específicamente a las localidades fronterizas de McAllen, Edinburg, Mission, e Hidalgo, Texas, colindantes con la ciudad de Reynosa, Tamaulipas. Los embarques hacia Europa no han podido consolidarse como una cadena regular de exportación; por el contrario, han sido inconstantes y fallidos.

Canal de comercialización

El canal de comercialización más regular y estable de los productores y exportadores mexicanos de piña fresca está estructurado en torno a los brokers o distribuidores mayoristas estadounidenses, localizados en Texas, principalmente en las poblaciones fronterizas de la región de McAllen, como Edinburg y Mission y, en menor medida, en San Antonio.

En esas localidades, los brokers reciben una gran variedad de frutas (no sólo piña) y verduras que proceden del Golfo y el sureste de México (Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, principalmente). Allí almacenan, consolidan y distribuyen los embarques hacia los supermercados (minoristas o retailers, como Wal Mart, Kroger, etc.), donde se realiza la venta a los consumidores.

La negociación del precio de exportación incluye el traslado de la fruta hasta las localidades texanas señaladas previamente. El precio generalmente está determinado por el distribuidor o brokers en Estados Unidos, dada la posición negociadora que obtiene por su contacto directo con los retailers.

La posibilidad de que los propios exportadores mexicanos puedan comercializar y distribuir directamente su fruta (con marcas propias) en el mercado minorista de Estados Unidos es remota, debido a que supone el desarrollo de un negocio distinto al que comúnmente realizan y que demanda grandes inversiones capital. Por otra parte, hasta el momento no se ha logrado establecer un canal de comercialización formal y estable para exportar piña fresca a Europa y a Canadá.

La ausencia de tal canal, aunado a la ineficiencia de la cadena logística de transportación y distribución física de la mercancía, se refleja en la inconsistencia y falta de regularidad de los embarques hacia estos destinos.

Logística de empaque y embalaje

El proceso de empaque y embalaje es crucial para la exportación de piña fresca, dada su incidencia en los costos logísticos y en la organización de la cadena de frío. En el caso de la piña Cayena, sólo las cajas de 40 libras utilizadas para la exportación representan el 24.4 % del precio final de cada embarque puesto en las localidades texanas de destino (ver capítulo 4), sin incluir las maniobras y labores propias del empaque de la fruta que suponen, junto con el pre-transporte desde la parcela al centro de empaque, otro 8.9 % del precio final.

A diferencia de la piña Cayena, las variedades de exportación de mayor valor comercial, como son la Champaka y la MD2, el porcentaje del costo de las cajas con respecto al precio de venta representa entre el 10 y el 12 %, pero las operaciones y actividades de pretransporte y empaque incrementan su participación en los costos hasta representan entre el 15 y el 17 % del precio de venta, por la incorporación de la infraestructura y tecnología de los cuartos o cámaras de enfriamiento en esta fase.

Precisamente, en el trabajo de campo se reveló la existencia de dos modalidades principales en el proceso de empaque y embalaje de la piña fresca de exportación.

La primera corresponde con las prácticas y la infraestructura de las organizaciones de tamaño mediano, que exportan la Cayena Lisa, y la segunda tiene que ver con las prácticas de las organizaciones grandes, exportadoras de Champaka y MD2.

La modalidad N°1 corresponde al proceso de empaque en la cuidad, sin cuarto frío, por lo tanto, implica el traslado del producto desde la parcela hasta el centro de empaque de la ciudad por caminos de tierra, llamados “caminos de saca”, con tramos en malas condiciones, lo cual dificulta la operación de esta fase de pretransporte y eleva las mermas del producto. La ausencia de cuarto frío para almacenar el producto recién empacado también perjudica su conservación y reduce su vida de anaquel. De hecho, en esta modalidad tanto la cosecha, como las maniobras y el empaque son un proceso mucho más estresánte para la fruta y para los operarios.

La modalidad N°2 corresponde al empaque en la parcela con cuarto frío; por tanto, el pre-transporte consiste en traslados internos, cuyas distancias normalmente no rebasan los 2 km, situación que implica menos ajetreo, mermas y daños a la fruta.

Asimismo, la existencia de cámaras o cuartos de refrigeración en el propio centro de empaque permite iniciar inmediatamente el proceso de enfriamiento y el almacenamiento de la fruta en condiciones adecuadas para garantizar mayores tiempos de vida.

La cadena de frío es un proceso crucial para productos perecederos como la piña. El único antídoto para frenar el envejecimiento de la piña es el frío. La reducción de su temperatura a niveles de 12° C, es condición indispensable para la viabilidad de este producto en el mercado internacional. Mientras más rápido se inicie la cadena de frío, más se alarga la vida de anaquel de la piña, llegando a un mes de duración en los mejores casos.

Rutas y corredores

La exportación de piña fresca se realiza principalmente por el “corredor de la fruta y la verdura mexicana del Golfo de México” que desemboca en el estado de Texas, en la zona de McAllen y San Antonio. Tal como se observa en la figura anexa, por este corredor se exportan alrededor de 500 millones de dólares anuales de frutas y verduras mexicanas destinadas al mercado estadounidense y la piña es sólo uno de ellos.

La aduana de Reynosa, en el noreste de Tamaulipas es un nodo clave de dicho corredor, dado que por este cruce fronterizo ingresan a Estados Unidos los embarques de productos perecederos mexicanos de exportación. Otro nodo clave es el “cluster” de distribuidores mayoristas o brokers, dedicados al manejo e introducción de perecederos mexicanos al mercado minorista de las ciudades del Centro-Este y del Este de Estados Unidos.

La ruta de la piña, que forma parte de este corredor, tiene una longitud de 1,200 Km., formada principalmente por tramos de dos carriles, cercanos a la costa del Golfo de México, en los estados de Veracruz y Tamaulipas.

La cadena y los modos de transporte

El autotransporte de carga es el principal y prácticamente único modo de transporte para exportar la piña mexicana hacia Estados Unidos. En el corredor de la piña y de los perecederos mexicanos de la costa del Golfo de México, el vehículo predominante es el camión tipo trailer con caja refrigerada de 48 pies, cargando alrededor de 1,000 cajas de 40 libras.

Una segunda configuración de autotransporte, utilizada con menor intensidad en este corredor, es la de los llamados “full”, constituida por la formación de dos contenedores refrigerados de 40 pies, en sus respectivas plataformas, arrastrados por un tractocamión tipo trailer. Tal configuración se emplea para la exportación de piña MD2. Cada contenedor carga 1400 cajas, por lo tanto, en un sólo viaje se exportan 2,800 cajas (charolas) de 25 libras.

Sin duda, la exportación de piña es muy sensible a los costos de transporte, sobretodo en el caso de las variedades de menor valor comercial. La encuesta muestra que el flete de autotransporte representa el 27.6 % del precio de un embarque de piña Cayena puesto en Texas, el 13.8 % del valor de la Champaka y sólo el 6.7 % del valor MD2.

El autotransporte se constituye como la mejor opción para el mercado actual de exportación por su rapidez y flexibilidad en la entrega. En 36 horas los camiones arriban al cruce fronterizo de Reynosa. Cuando existe urgencia por entregar un embarque, realizan el recorrido en 24 horas. El tramo completo entre origen y destino, incluyendo el cruce de frontera, se resuelve normalmente en menos de 48 horas y en menos de 36 horas cuando el envío es urgente. De acuerdo con los encuestados, en el 98 % de envíos, los camiones llegan a la frontera en el tiempo convenido.

Por otra parte, el ferrocarril no es visualizado como una opción efectiva de transporte de piña fresca hacia Estados Unidos o Canadá. En México, los ferrocarriles no tienen infraestructura ni experiencia para el manejo de la cadena de frío.

En el caso del transporte marítimo para llegar al mercado europeo, la ausencia de rutas regulares directas deriva en tiempos de travesía marítima de 23 a 25 días, razón por la cual a la fruta le quedaba poco tiempo de vida en el anaquel al llegar a destino. A esto se suma el hecho de que muchos embarques pierden la cadena de frío en alguna parte del trayecto y el producto llega descompuesto a su destino.

A pesar de que este es un mercado con mucho potencial para la fruta mexicana, en la logística de transporte marítimo y multimodal hacia Europa, todavía no han sido satisfechos dos de los aspectos más sensibles de la exportación de piña fresca:

a) la continuidad de la cadena de frío y;

b) el tiempo de vida de anaquel de la piña.

Tabla1

Tabla 2

Proceso de frontera y documentación

El cruce fronterizo se visualiza como un nodo conflictivo por los exportadores mexicanos que envían regularmente embarques de piña fresca al “cluster” de distribuidores mayoristas y “brokers” ubicados en las localidades texanas en torno a MacAllen. El des-aduanamiento y cruce de la carga se resuelve normalmente en cuatro horas y no supone un costo excesivo. Por cada embarque gastan alrededor de 120 USD, incluyendo los honorarios del agente aduanal, el pago del chofer y del peaje del puente para cruzar a Texas.

El trámite de aduana en Estados Unidos, difícilmente rebasa las cuatro horas, porque normalmente los vehículos se revisan con rayos gamma cuando son seleccionados para inspección. Muy pocos embarques son desconsolidados para una revisión física de las cajas y pallets. Cuando eso sucede, el tiempo en la aduana estadounidense puede alargarse hasta 8 o 10 horas. En todo caso, la mayoría de los embarques está en la bodega del “broker” 48 horas después de que iniciaron su viaje en la zona piñera de Veracruz o Oaxaca.

Seguros de carga

En la actualidad, ninguno de los exportadores entrevistados contrata seguros para amparar la carga contra robos o pérdida del cargamento. La piña fresca no es un producto atractivo para bandas que asaltan mercancías en las carreteras. Durante el último año, ninguno de los entrevistados reportó siniestro por robo o accidente en carretera.

Tiempos y costos logísticos de la exportación de piña fresca

Los tiempos del proceso logístico de exportación de piña fresca a la región de McAllen, Texas, no varían sustancialmente entre las organizaciones medianas o grandes, ni entre las diferentes variedades de esta fruta tropical que se envían al mercado estadounidense. Normalmente, desde que la fruta sale del campo, pasando por todo el proceso logístico de empaque, transportación y cruce de frontera, hasta llegar a la bodega del “broker” en las localidades texanas, transcurren menos de 60 horas.

Por el contrario, los costos logísticos de la exportación a Estados Unidos tienen un comportamiento y un peso muy distinto, según la variedad de piña fresca de que se trate. En efecto, tales costos absorben cerca del 65 % del precio de exportación de la piña Cayena Lisa. En el caso de la Champaka, los costos logísticos representan cerca del 42 % de su precio de exportación y en el de la variedad MD2 el 34 % del precio en Texas.

La Cayena Lisa es la variedad que se ve más presionada por los costos logísticos, debido a su relativamente bajo valor de mercado en el punto de destino. Tal como se observa en los cuadros anexos, el transporte a Texas y la caja de empaque concentran la mayor parte del precio de exportación, por lo que cualquier mejora en estos dos aspectos tendría efectos favorables.

Tabla 3

La piña Champaka muestra márgenes de rentabilidad mucho más sólidos. En este caso, los costos de producción más los costos logísticos absorben el 60 % del precio del producto puesto en Edinburg, Texas. La distribución de los costos logísticos también es distinta, puesto que el flete del transporte y el precio de la caja de empaque tienen un peso menor que en el caso de la Cayena.

La piña MD2 es la que mejores perspectivas de crecimiento presenta por el elevado precio de venta y por la aceptación creciente de esta variedad en mercados de alto poder adquisitivo. Aunque sus costos de producción son mayores que los de la Cayena y la Champaka porque incorpora sistemas de riego (por aspersión o por goteo) y un paquete tecnológico más sofisticado en el manejo del cultivo y la cosecha, su rentabilidad es mayor dado el precio de venta que alcanza en el mercado.

En definitiva, los costos de producción mas los logísticos de la cadena de exportación de la piña MD2, representan una menor proporción del precio de venta (54.2 %), que el de las otras dos variedades analizadas (Cayena y Champaka). No obstante, la reconversión hacia la producción de MD2 no es un proceso sencillo, ya que implica inversiones importantes en plantas (semillas) y tecnología para desarrollar los cultivos adecuadamente.

Tabla 4

Conclusiones

En el caso de la cadena logística de exportación de la piña fresca, las preocupaciones principales giran en torno a la calidad de los “caminos de saca” (caminos rurales de terracería) para llevar el producto a granel a los centros de empaque, la relevancia del proceso de empaque, el manejo de la cadena de frío y la vida de anaquel del producto. En la actualidad, la cadena de exportación de piña fresca hacia Estados Unidos por el “corredor de frutas, hortalizas y verduras del Golfo de México” hacia el sur de Texas muestra eficiencia en la logística de transporte y distribución, con un control bastante riguroso sobre la calidad del producto (coloración, grados Brix, etc.), el empaque y la transportación, así como sobre la cadena de frío, misma que no se pierde hasta llegar al anaquel del minorista.

Por otra parte, la inexistencia de una cadena logística de exportación de esta fruta asociada al transporte marítimo y la ausencia de canales de comercialización formales han limitado la introducción de la piña fresca mexicana en mercados con gran potencial, como el europeo y el canadiense. A diferencia de otros países de la región, caracterizados por ser grandes exportadores de perecederos, como Ecuador y Costa Rica, en México no hay servicios marítimos regulares que arriben directamente a puertos de Europa, por lo tanto, los embarques tienen que realizarse en servicios marítimos regulares de contenedores, mismos que normalmente no son especialistas en el manejo de la cadena de frío y que, por sus itinerarios, acceden a los puertos de destino europeo en alrededor de 25 días. Con esos tiempos de transportación el producto llega al mercado europeo prácticamente al límite de su tiempo de vida en anaquel, por lo que se dificulta su comercialización en condiciones ventajosas.

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DE LA TORRE Elizabeth
BUSTOS Agustín
MORALES Guadalupe


* Síntesis parte del documento: MARTNER Carlos, Guadalupe MORALES, Elizabeth DE LA TORRE y Agustín BUSTOS, “Cadenas logísticas de exportación en México: Piña fresca, generadores eléctricos, refrigeradores”, Publicación Técnica No. 276, Instituto Mexicano del Transporte, Sanfandila, Qro., 2005.

[1] La clasificación de la Secretaría de Economía, avalada por la Secretaría de Hacienda y publicada en el Diario Oficial de la Federación del 13 de diciembre de 2002, establece que la micro-empresa está en el rango de 1 a 10 empleados, la pequeña empresa en el rango de 16 a 50 empleados, la mediana empresa en el rango de 51 a 250 empleados y la gran empresa en el de más de 251 empleados.

 
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