Introducción.

Después de la pérdida de tantas vidas, el ataque a las dos ciudades más importantes del orbe el 11 de septiembre del 2001, con el uso perverso de la más alta tecnología disponible, tuvo, como uno de sus efectos más dañinos, la agresión al comercio mundial al tratar de dislocar el funcionamiento de su sistema logístico. El propósito de este artículo es reseñar algunos de estos efectos adversos, a través de la información que una importante empresa  mundial de transporte proveyó a sus clientes en los primeros días después de la agresión, haciendo notar las acciones que las autoridades de Estados Unidos y otros países tomaron, en cuanto a lo que a transporte concierne, ante una situación tan grave e inesperada y su capacidad de recuperación para restablecer el movimiento de su comercio.

Si se deseara presentar el paradigma de la globalización del comercio, una elección adecuada sería el Grupo DANZAS, quien ostenta orgullosamente sus orígenes desde el año de 1815, cuando Louis Danzas se unió a una empresa de transporte en Francia1, cuyos servicios se cubrían entonces usando caballos y carretas. Actualmente, DANZAS es un proveedor de servicios logísticos líder en el mundo, que cubre toda la cadena de abastecimiento. Tiene 43,000 empleados en todo el mundo, generó ventas netas por 7.8 mil millones de dólares E.U. en el año 2000, tiene su base en Basilea, Suiza, y es propiedad de la corporación Deutsche Post World Net.

Las actividades clave de DANZAS son: 1.- Las soluciones logísticas adaptadas a sectores industriales específicos; 2.- A través de la fusión de DANZAS Intercontinental con Air Express International Corporation, opera una red mundial de servicios de carga aérea y oceánica y 3.- En Europa ofrece servicios continentales de transportación terrestre de carga.

Secuencia de acontecimientos.

A continuación se presenta la secuencia de hechos y situaciones que se dieron en los Estados Unidos y que siguieron al ataque terrorista del 11 de septiembre, con la información tomada del boletín del mayor transportista mundial de carga2:

Septiembre 11, 2001.- Inmediatamente después de los trágicos eventos, Estados Unidos, el país que representa el 13% del comercio de mercancías mundial3, cerró su espacio aéreo, aeropuertos, puertos y fronteras y, sólo dos horas después, el transportista notificó a sus clientes las drásticas medidas de protección que el gobierno de ese país había tomado y que afectaban a los flujos de personas y mercancías: la Federal Aviation Administration (FAA) instrumentó medidas de seguridad y suspendió operaciones en el espacio aéreo nacional y en los aeropuertos; las fronteras con Canadá y México se restringieron a un acceso limitado y las operaciones de aduanas estaban cerradas.

Por su parte, el transportista aseguró a sus clientes que, después de proteger las vidas humanas, su más alta prioridad era la protección de sus embarques, para lo cual tomó las siguientes acciones de emergencia:

·        Las instrucciones de seguridad del gobierno de Estados Unidos sustituyeron a cualquier directiva de los transportistas y sus clientes, y se observan estrictamente todos los reglamentos de seguridad de la FAA.

·        Se proveyó espacio y personal adicional para asegurar la custodia de la carga retenida.

·        Se detectaron los embarques de perecederos y las mercancías peligrosas para manejarlos y almacenarlos adecuadamente.

·        Se procuró una capacidad mayor de transporte terrestre para aumentar la movilidad de la carga mientras no hubiera transporte aéreo.

·        Se estableció un número telefónico sin cargo en el Centro Mundial de Control para información sobre embarques.

Septiembre 12, 2001.- El miércoles 12 de septiembre la FAA permitió a las aerolíneas continuar los vuelos desviados hacia su destino final y emitió una Directiva de seguridad para las aerolíneas exclusivas de carga de ese país, que les permitía reanudar sus vuelos una vez que el espacio aéreo y los aeropuertos fueran reabiertos, mientras que los vuelos comerciales de pasajeros seguían prohibidos. Sin embargo, el movimiento de carga aérea de y hacia los aeropuertos de Nueva York, Newark, Chicago, Los Angeles y San Francisco era imposible por la instrumentación de medidas de seguridad.

En cuanto a la carga marítima, los puertos de Nueva York y Nueva Jersey seguían cerrados y no había planes hasta entonces de desviar la carga hacia otros puertos. En el área del puerto se instalaron centros de evacuación para atender las necesidades de emergencia.

La transportación de carga por superficie movía tanta carga como era posible, dentro del país y hacia las fronteras, hasta que la vía aérea fuera normalizada. Las actividades de aduana eran mínimas y se limitaban a atender la carga sobre el terreno. Las inspecciones se ampliaron y los cruces de las fronteras se congestionaron.

Septiembre 13, 2001.- A las 11 de la mañana, tiempo del Este, el gobierno reabrió la mayoría de los aeropuertos al tráfico de las aerolíneas comerciales permitiendo a las exclusivas de carga reanudar sus vuelos con algunas limitaciones. En la tarde de este día, dos de las principales aerolíneas regulares anunciaron la reanudación de sus vuelos, otras sólo operaron la concentración de sus vuelos que se desviaron a otros países y anunciaron que hasta el viernes 14 reiniciarían su operación regular. Los tres aeropuertos de Nueva York operaron hasta las seis de la tarde de este día y los aeropuertos de Washington (Reagan), Boston y Chicago permanecieron cerrados. El aeropuerto internacional Dulles de Washington estuvo abierto.

El puerto de Nueva York/Nueva Jersey abrió sus operaciones este día, la oficina de aduanas en el puerto también, así como algunas terminales, por lo que se empezaron a liberar los embarques. La aduana de Nueva York se reunió con los agentes de carga y aduanales para definir los cambios al proceso y documentación aduanales. Las inspecciones reforzadas se han hecho evidentes en todos los puertos de entrada.

Los cruces de las fronteras Norte y Sur experimentan grandes demoras, en el cruce Windsor-Detroit con Canadá, por ejemplo, ha tomado hasta 18 horas.

Septiembre 14, 2001.- Aparentemente, por el momento, cualquier carga que se mueva en vuelos internacionales de y hacia los Estados Unidos, se limitaría inicialmente a aerolíneas de ese país. El Secretario del Transporte, Norman Minneta declaró que a todas las aerolíneas de carga se les aplicarían requerimientos de seguridad.

Al cierre de operaciones del viernes 14, se dio el siguiente resumen sobre la situación de la carga aérea:

·        Se tiene un embargo por tiempo indefinido, sobre la carga de exportación y correo originados en los Estados Unidos.

·        Se reanudan todos los vuelos de carga. Las líneas cargueras de Estados Unidos ya pueden operar vuelos redondos al extranjero.

·        El transportista está utilizando vuelos de fletamento para cubrir las necesidades suplementarias a los vuelos regulares.

·        La capacidad de transportación de carga de y hacia Estados Unidos estará muy constreñida hasta que los vuelos de pasajeros acepten esa carga. Se anticipan demoras en el transporte por las nuevas reglas de seguridad. No se debe esperar el regreso a una situación “normal”, al menos desde la perspectiva de la seguridad.

·        Las aerolíneas ya notificaron un aumento a las tarifas para la carga y cargos adicionales, debido a las severas limitaciones de capacidad y al costo del cumplimiento con las nuevas reglas de seguridad. El transportista ya trabaja para mitigar el efecto del aumento del costo de transporte.

·        Se recomienda a los embarcadores adoptar una actitud proactiva en cuanto a la preparación y movimiento de sus embarques para el cabal cumplimiento de las nuevas reglas de exportación.

Los servicios de transportación marítima de carga operan sin problemas en todos los puertos, incluyendo el de Nueva York/Nueva Jersey.

Danzas AEI ya opera toda su red de carga aérea que refuerza con sus servicios de transportación de superficie.

En Estados Unidos se ha asignado personal de la Guardia Nacional a los cruces fronterizos más importantes para reforzar al personal de aduanas en los puntos de inspección. Se espera que esto alivie la situación de grandes demoras que se han dado en los cruces fronterizos.

Septiembre 15, 2001.- Se informa a los usuarios de los servicios de transporte de carga que los cambios que se están dando, junto con el agravamiento de la situación financiera de las aerolíneas, tendrán un impacto directo en los costos del transporte en los Estados Unidos. La mayoría de las aerolíneas han anunciado que aplicarán un cargo adicional por conceptos de seguridad a las tarifas de transporte de carga, para cumplir con los nuevos requerimientos de la FAA. Este aumento de costos se debe a los siguientes factores:

·        La contratación y entrenamiento de personal calificado adicional para atender las mayores cargas de trabajo en la inspección de la mercancía y su documentación.

·        Inspecciones en sitio de las instalaciones de clientes nuevos.

·        La preparación y control de nuevos documentos de seguridad.

·        La adaptación de los sistemas informáticos para administrar las nuevas reglas de seguridad.

Septiembre 16, 2001.- Desde esta fecha, todas las aerolíneas internacionales pueden volar a destinos en Estados Unidos, transportando pasajeros, carga y correo, si cumplen con las nuevas reglas de seguridad de la FAA y según el punto de origen. En cuanto a la carga aérea, las aerolíneas sólo la están aceptando si vienen de Transportistas Aéreos Indirectos (Indirect Air Carriers), como DANZAS AEI, es decir, empresas que han sido documentadas y reconocidas como “Embarcadores Conocidos”. Se anticipa que se adoptarán reglas de seguridad más rigurosas por parte de la FAA y de autoridades de aviación de otros países.

Septiembre 17, 2001.- El lunes 17 el Congreso de Estados Unidos está considerando un plan de rescate para las aerolíneas de ese país por las dificultades financieras sin precedentes que están sufriendo por el impacto de la parálisis del sistema y la súbita declinación de los viajes aéreos. La mayoría de las aerolíneas están reduciendo su personal y su capacidad hasta en un 20%.

Septiembre 18, 2001.- La FAA ha reglamentado que sólo la carga de embarcadores “CONOCIDOS” puede ser aceptada en los vuelos de pasajeros, pero no ha restringido el transporte de carga de embarcadores “DESCONOCIDOS” en vuelos exclusivos de carga. No obstante, algunos transportistas no los aceptan.

En cuanto a la carga doméstica, la de embarcadores “DESCONOCIDOS” se está moviendo dentro de Estados Unidos por vía terrestre o en vuelos exclusivos de carga, sujeto a las reglas de cada línea.

En este día se dio el aviso de que las aerolíneas internacionales han establecido un almacenaje de seguridad de entre 36 y 48 horas para la carga de exportación de Estados Unidos.

En cuanto a los embarques provenientes de la región Asia-Pacífico, se esperan demoras de tres a cinco días y las líneas aéreas de esa región no aceptan embarques hacia los Estados Unidos o sólo de los embarcadores que tienen espacios contratados.

Al final de la semana anterior, las aerolíneas de Estados Unidos reanudaron sus vuelos de y hacia Latinoamérica, pero los vuelos de los operadores de esta región fueron autorizados hasta el fin de semana. Todos los puertos marítimos de Estados Unidos están ya operando normalmente. El puerto de Nueva York/Nueva Jersey también está casi en la normalidad, con un retraso de operación de uno a dos días que será eliminado en una semana. La revisión aduanal en todos los cruces fronterizos está causando demoras que van, según el puerto de entrada y la hora de cruce, de 30 minutos a 5 horas. Se anticipa que estas demoras continuarán por tiempo indefinido.

Septiembre 19, 2001.- Las operaciones de exportación del transportista ya se efectúan regularmente. Se notificó que todos los embarques que transiten  por vía aérea a través de Londres, serán sometidos a revisión por rayos X . También se someterá a esta inspección toda la carga que se dirija a Estados Unidos o que se prevea que ingrese a su espacio aéreo.

Septiembre 20, 2001.- En esta fecha, el transportista anunció que suspendía sus comunicaciones diarias sobre los efectos que en el transporte internacional tuvo el ataque del 11 de septiembre, debido a que ya se habían alcanzado niveles de casi normalidad. Todavía se informó que cada vez más transportistas reducían su personal y su capacidad, que se mantenía el almacenaje de seguridad de 48 horas de los envíos antes de su despacho y que varias aerolíneas cancelaron sus servicios de enlace con Medio Oriente.

Conclusiones.

Como epílogo de esta relación de eventos, queda la experiencia de las acciones que las autoridades de Estados Unidos y de otros países tomaron, en cuanto a lo que a transporte concierne, ante una situación tan grave e inesperada como la que se dio el 11 de septiembre y que puede resumirse como sigue:

·        Se cerraron de inmediato los accesos por tierra, mar y aire al país agredido, mientras se inspeccionaron y aseguraron los puertos y vías de acceso.

·        Se expidieron nuevas reglas de seguridad, más severas, para el transporte y en particular para la carga.

·        El movimiento de carga se reanudó con un creciente énfasis en la seguridad, lo que ha creado un entorno de mayor vigilancia.

La respuesta del sistema logístico mundial, a través de las acciones que tomó el transportista, dejan testimonio de su capacidad de recuperación y de adaptación al nuevo entorno de altos niveles de seguridad, con base en lo siguiente:

·        Los recursos informáticos y de comunicaciones les permitieron a los transportistas informarse y mantener informados a sus clientes sobre el desarrollo de los eventos y sobre la situación de su carga.

·        La red de transporte que se tiene integrada en forma global permitió los movimientos alternos por vía terrestre para mantener el flujo de mercancías.

·        Las alianzas entre transportistas y agentes logísticos dieron paso a una coordinación mundial para enfrentar la situación de emergencia y reinstaurar el servicio en nuevas condiciones de seguridad.

·        La capacidad de los transportistas de colaborar con sus clientes para adaptarse a las nuevas condiciones de seguridad y de mitigar los efectos de los cargos adicionales que por las mismas se originaron.

Como corolario a los efectos que tuvo esta agresión en el transporte intermodal y la cadena de suministros, se puede citar la iniciativa del Comisionado de Aduanas de los Estados Unidos para reforzar la seguridad por el temor de la posibilidad de que se introduzca a ese país el armamento terrorista por la vía del sistema de carga comercial. Los importadores que desarrollaran cadenas de suministro seguras, tendrían como recompensa una vía rápida a través de los puertos marítimos y de las fronteras.

La carga contenerizada está expuesta a sufrir hasta sesenta diferentes manipulaciones desde su origen y hasta su destino, haciéndose vulnerable en cada punto intermedio a la inserción de contrabando que podría incluir armas químicas, biológicas o nucleares, por lo que se ha convocado al comercio en general para proveer los medios que aseguren la inviolabilidad de sus contenedores.

Se han señalado varios programas actualmente en uso para establecer el marco inicial para la seguridad de la cadena de suministros. En estos programas, la Aduana de Estados Unidos y las empresas transportistas celebrarían convenios para cooperar en la prevención del contrabando de narcóticos.

Actualmente no hay un modelo fijo que puedan adoptar los importadores y exportadores para participar  en un nuevo programa de seguridad de la carga. Sin embargo, es claro que las empresas requerirán un programa estricto para la seguridad de su cadena de suministros que pueda ser debidamente cumplido. Los puntos clave de este programa podrían ser:

·        Un manual de políticas de seguridad para los empleados.

·        Procedimientos de identificación de empleados (gafetes, códigos de color, visibles todo el tiempo, etc.).

·        Entrenamiento al personal para identificar embarques sospechosos e incentivos para reportarlos.

·        Procedimientos para informar sobre contrabando descubierto, alteraciones, embarques sospechosos, etc.

·        Acceso restrigido a las áreas de embarque y recepción.

·        Cerrar, sellar y asegurar todas las cajas y contenedores cargados, así como acceso restringido y control e inspección del equipo vacío, chasis, etc.

·        Uso de nuevos sellos de alta tecnología (sellos electrónicos y algorítmicos avanzados).

·        Seguimiento sistemático de los embarques (transponders GPS, etc.).

·        Procedimientos para el control y proceso de la documentación.

·        Controles de tiempo para la preparación de la documentación, movimiento de embarques, estibas, etc.

·        Una política que requiera firmas para las siguientes transacciones: preparación de la documentación, colocación de sellos, remoción de sellos, conteo físico de piezas, inspección de cajas trailer y listas de verificación para los operadores de camiones.

·        Convenios de seguridad de carga con otros asociados de negocios que requieran medidas de seguridad semejantes.

La grave agresión al sistema logístico mundial dejó huellas que quizá nunca desaparezcan, pero también la enseñanza de lo capaz que es el mismo sistema de reaccionar para restablecer el movimiento del comercio y de adoptar nuevas reglas de seguridad en su operación para protegerse de futuros ataques.

Referencias.

DANZAS AEI Resource- Issues 313 al 321, 323, 325, 327 y 329.

Roberto Aguerrebere Salido, Coordinador de Intergración del Transporte del IMT.

Francisco Heredia Iturbe