Notas
 
Instituto Mexicano del Transporte
Publicación bimestral de divulgación externa

NOTAS núm. 11, julio-agosto 1993, artículo 3
Potencial de utilización del tercer carril de ascenso en carreteras mexicanas de dos carriles
 

El incremento en la demanda del tránsito carretero está ocasionando una mayor saturación y más graves conflictos viales en diversos tramos de la red nacional. Para resolver esta problemática, una alternativa de solución de relativo bajo costo es la construcción de un tercer carril de ascenso para incrementar la capacidad en tramos de carreteras de dos carriles facilitando la circulación de vehículos pesados y las maniobras de rebase en el sentido de ascenso. Sin embargo, en México, este tipo de solución ha sido poco explotada dado que, de la red nacional pavimentada de dos carriles, menos del 0.1% de la longitud total cuenta con tercer carril. Las experiencias de los diferentes Centros SCT entorno a este tema indican que, donde existen tramos con tercer carril de ascenso, se manifiesta: (i) Aumento en los niveles de servicio; (ii) Ausencia de evidencia de que aumente el número de accidentes (por impacto frontal); y (iii) Aceptación generalizada de los usuarios del camino por este tipo de instalaciones.

Sin embargo, todos los Centros SCT coinciden en afirmar que los tramos actuales con tercer carril de ascenso tienen diseños deficientes, debido principalmente a la falta de recursos económicos y a la carencia de procedimientos o normas de diseño.

Con base en análisis recientes para evaluar el potencial de utilización del tercer carril de ascenso en la red carretera nacional, se determinó que cuando no se requiere construcción adicional de la corona existente (anchura superior a 12 m), la instalación del tercer carril es factible en todas las rampas con longitud mayor a 800 m, pendiente superior a 3% e intensidad de tránsito mayor a 200 veh/h (TDPA superior a 3100). Dado que el 30% de la red principal presenta estas condiciones de tránsito, esta solución sería factible en varias rampas. Cuando se requiere construcción adicional, la factibilidad económica se reduce por la incidencia de los costos de construcción; por tanto, el tercer carril tiende a ser factible sólo en tramos con condiciones geométricas y operacionales extremas.

También se ha observado que la construcción del tercer carril de ascenso tiene un impacto muy significativo en la operación y la velocidad de ascenso del tránsito mixto. En tramos con longitudes entre 800 y 3000 metros, la velocidad aumenta en un promedio de 10 Km/h, con una variación entre 0 y 30 Km/h. Para rampas mayores a los 3000 m, el costo de la ampliación de toda su longitud pudiera resultar demasiado elevado, principalmente si se requieren movimientos de tierra; por tanto, en estos casos sería suficiente ampliar los tramos en condiciones críticas.

Una opinión generalizada en México es que la instalación del tercer carril proporciona una solución adecuada para intensidades de tránsito de hasta 400 veh/h (TDPA de 6100), aunque este límite todavía no ha sido debidamente verificado.

Los análisis realizados respecto a este tema han identificado la necesidad de llevar a cabo investigaciones adicionales, como estudiar la generación de beneficios por reducción de accidentes; efectuar estudios viales "antes y después" para verificar la operatividad y seguridad del tramo y definir los criterios para la evolución de la sección transversal (incluyendo el análisis de factibilidad) para la ampliación a cuatro o más carriles.


Emilio Mayoral Grajeda, Investigador del IMT

 

 
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